sábado, 19 de diciembre de 2015

CRITICA de :Claudia R. Naughton para DESPERTATE AMERICA

El Canto del Ladròn de Poemas y otros Textos
CRITICA de :Claudia R. Naughton para DESPERTATE AMERICA
Este jueves 24 de abril tenìa una cita a las 20 hs en el Teatro El Buho, en Tacuarì 215, para ver esta obra.
Al llegar me encontrè con un espacio cultural sobrio, acogedor.  Una decoraciòn simple, donde predominaba la presencia de simbologìa relacionada con los buhos, algunas mesas espaciadas para dar intimidad a las personas, bancos estilo plaza repartidos en el lugar para los que llegan en grupo y tambièn sillones individuales.
Unas sorpresivas campanadas anuncian el comienzo del espectàculo, una asistente nos recibe y luego de desearnos a todos un:
...que disfruten..., nos indica el camino.
Uno a uno nos guian hasta los asientos, aprovecho para observar el lugar, està todo decorado en negro, la temperatura es agradable y còmodos los asientos.
Ya sentada me quedo mirando el escenario, mientras observo una delicada y pequeña alfombra roja, con una botella y un copa apoyadas en uno de sus àngulos, las luces se apagan y entra el Ladròn de poemas con su candelabro en mano.
Gradualmente las luces se encienden y su voz ya nos estaba poniendo al tanto del porque de su presencia y de la nuestra, nos mirò uno a uno en su camino al tablòn de actuaciòn.
El Ladròn es un hombre simple, y como tal està vestido.
Se comunica con todo su cuerpo.
Declama  cada poema con cuerpo, espìritu, voz y alma.
Es un romàntico del siglo XVI, tiene una energìa explosiva, como esos hombres que narraban historias a pueblos enteros sin micròfono, ni mùsica que los ayudara a sentir.
Es de admirar la osadìa del actor, Mario Moscoso, quien se expone ante el espectador.
Està vestido con ropa holgada, sus pies desnudos y sin maquillaje.
Todo en el dice y siente, hasta su piel sufre cambios notorios a simple vista.
Es un ladròn, un niño, una mujer desesperanzada, un negro feliz, un existencialista, un soñador, es un hombre moderno, es un actor de todos los tiempo y ese es su hogar.
Logra armonizar cada uno de los poemas para que no parezcan textos aislados.
A medida que va diciendo los poemas, uno como espectador pierde la nociòn del tiempo y del espacio, ya no importan los detalles, si la silla es còmoda o si alguien hace ruido, el ladròn ha logrado hipnotizarnos,  sin darnos cuentas hemos pasado por todas las emociones posibles.
Este espectàculo es una fiesta, es un canto.
Los espectadores quedan maravillados y felices.
Gracias a Dios existe el tèrmino; sublime.
La actuaciòn de Mario Moscoso es; sublime.
Mario Moscoso el homo narrador en una una clase magistral de actuaciòn.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario